martes, 5 de octubre de 2010

2 - A pelillos history.




Para ir entrando en materia, voy a contar la historia de mis pelillos.
Hace unos diecinueve años, y a causa de una importante enfermedad, tuvieron que administrarme MUCHA (pero que MUCHA) cortisona, con lo que empezó a salirme pelo negro y grueso donde –considero- una chica no debería tener ni vello. A los dieciocho, eso supone un complejo importante.
En cuanto pude, me hice la depilación eléctrica en la cara (patillas, barbilla, papada y bigote) y para mí fue el dinero mejor gastado de mi vida. Es una depilación permanente, aunque algunos pelillos rebeldes de la barbilla volvieron a salir. Pero, claro, ¿qué pasaba con los pelillos de los brazos, línea alba, ingles y sitios varios? Pues a tirar de Epilady porque la economía no llegaba para más.
Los pelos siempre me han preocupado, y mucho más a la hora de tener pareja (cuando una desearía que su pareja acariciara una piel fina como la seda… ¡Ains!)
He de decir que hoy en día tengo una pareja maravillosa a la que –evidentemente- nunca le han importado mis pelillos de más :-)


Y dicho esto, empezaré a hablar de Tria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario