domingo, 12 de diciembre de 2010

22 - Quinto tratamiento: cara

Ayer realicé el quinto tratamiento en la cara. Tengo que decir que, a nivel doloroso, fue mucho mejor de lo que esperaba (y eso, a pesar de tener las hormonas en pie de guerra). Creo que una de las claves es rasurar bien la zona antes de empezar. Recuerdo que cuando empecé con las sesiones me asustaba hacerlo en la cara, pero la verdad es que no supone nada extraordinario... jaboncito, cuchilla y listos.

Esta vez no utilicé la EMLA. En la sesión anterior su uso no fue del todo satisfactorio, ya que creo que apliqué menos cantidad de la que realmente necesitaba. Eché mano -como siempre- del hielo, que me parece la mejor opción para mitigar el dolor, porque sigo utilizando la Tria a nivel 5. Para lasear la cara desde la zona del labio superior hasta un par de dedos más abajo de donde la cara se une al cuello, necesité casi tres cargas.

Si tienes el día para ti, no hay problema, de lo contrario, algo importante a tener en cuenta cuando en el día toca sesión láser es aprovechar el tiempo. La máquina estará funcionando al máximo nivel unos veinticinco minutos, así que las dos horas y pico que tarda en cargarse puedes aprovecharlas para hacer cosas pendientes. En mi caso, escribir casi cuarenta felicitaciones navideñas, o terminar ese libro de lectura para clase.
Sea como sea, lo importante es mentalizarse de que el uso de Tria no sólo es una inversión económica, sino que también supone una buena inversión de tiempo. Personalmente, todo merece la pena con los resultados que estoy viendo, pero esa es mi opinión.


Muchos besos para tod@s.

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